Miroslav Djukic, el novato curtido en la desgracia

Miroslav Djukic, entrenador del Valladolid, es uno de los candidatos más firmes a suceder a Unai Emery en el banquillo del Valencia y por ello le dedicamos un perfil como al resto de aspirantes a convertirse en entrenador del conjunto valencianista la próxima temporada.

El Miroslav Djukic futbolista está marcado por un desafortunado momento, por una desgraciada acción de la que nunca ha logrado escapar. Pese a que su carrera ha estado repleta de éxitos continúa persiguiéndole aquel fatídico penalti que le birló una Liga al Deportivo de la Coruña. Desde entonces, su figura ha estado secuestrado por ese fallo sin que ninguno de los muchos títulos que coleccionó lograra separarles. Su trayectoria en los banquillos, a pesar de que ahora saborea las mieles del éxito en el Valladolid, parece marcada también por el infortunio. Decisiones erróneas, malos entendidos o la falta de tiempo han condenado sus proyectos más recientes.

Y es que pese a que la carrera de Djukic todavía es breve está marcada por dolorosas cicatrices, que le convierten en un novato curtido. Desde su debut en los banquillos demostró que estaba preparado para volar alto, como dejó claro cuando asumió las riendas de la selección Sub'21 de Serbia. El ex jugador del Valencia pulió una generación serbia en la que destacaban Branislav Ivanovic y Aleksandar Kolarov y la convirtió en la campeona de su categoría, perdiendo frente a la Holanda de Royston Drenthe (todavía vive de su actuación en ese torneo) en la final del Europeo Sub'21 del 2007. La buena actuación y, sobre todo, el estilo de juego que desplegaron los serbios convirtieron a Djukic en el entrenador de moda en los balcanes.

Alrededor de él se generaron unas altas expectativas que no supo gestionar. Y eso que comenzó con buen pie. En el Partizán de Belgrado estuvo durante una temporada y fue nombrado el mejor técnico del año. A partir de ahí su camino comenzó a torcerse y el técnico de moda cayó en el olvido. Primero decidió no renovar con el Partizán para convertirse en seleccionador absoluto de Serbia. La suerte no le acompañó y sin tiempo para disputar ni un solo partido oficial abandonó el cargo por problemas con la federación serbia. Después, dio otro paso en falso al firmar por el Mouscron belga.

El conjunto belga prometía construir un proyecto ilusionante sin reparar en gastos ni efectivos y decidió elaborar un equipo técnico de primer nivel. Djukic sería el entrenador, mientras que Amedeo Carboni y Juan Sánchez se encargarían de la dirección deportiva, y otros miembros destacados de la estructura del Valencia pasarían a formar parte del cuerpo técnico del serbio. Todo mentira. Pocos meses después de que ese prometedor proyecto del Mouscron comenzara a andar todo se vino abajo y el club desapareció por graves problemas económicos.

Eso fue por lo que terminó de lastrar la carrera de un Djukic, le obligó a elegir el camino más largo hacia el éxito. Ahora vuelve a emerger gracias a su paso por el fútbol español. Asumiendo la misión imposible de lograr la permanencia con el Hércules la pasada temporada se coló de nuevo en la actualidad futbolística del país y pese a que el equipo alicantino acabó descendiendo las sensaciones que dejó fueron positivas. Unas sensaciones que se han confirmado en el Valladolid. El pasado verano Djukic firmó por tres temporadas con los pucelanos, marcándose el objetivo de lograr el ascenso a la Liga BBVA y va camino de conseguirlo por la vía rápida en su primera campaña.

Su buen trabajo en Valladolid le ha permitido resucitar las expectativas que generó durante sus inicios en los banquillos. Desde su debut como técnico en 2007 tan sólo han pasado cinco años, pero Djukic ya conoce las dos caras del fútbol como entrenador. Ahora el Valencia acude a por él y es uno de los favoritos de Mestalla para suceder a Unai Emery. No tiene la experiencia de otros candidatos al puesto, pero el novato curtido está preparado para el reto y ya conoce el club desde dentro.

TODOS LOS CANDIDATOS AL BANQUILLO DEL VALENCIA