El Villarreal pierde 2-1 ante el Zaragoza

El Villarreal perdió una oportunidad muy buena para acercarse a los puestos de arriba y distanciarse de sus rivales de media tabla. El equipo dirigido por José Molina desperdició una magnífica oportunidad después de adelantarse en el marcador frente al Real Zaragoza. El conjunto de La Romareda todavía cree que tiene opciones para salvarse y haciendo gala de un gran coraje consiguió remontar un partido que se había puesto en contra al poco de comenzar.

Desde el primer momento el Villarreal se mostró superior al conjunto local y esto ha hecho que Martinuccio adelantara a los visitantes en el minuto 15 de partido. Desde entonces el Villarreal se ha ido acomodando dentro del terreno de juego lo cual le ha dado la oportunidad al Zaragoza de ir haciendose grande dentro del campo. Poco a poco han ido ganando terreno al Villarreal que con la ventaja en el marcador no se mostraba demasiado preocupado. A esto hay que añadir que el conjunto local no llegaba con excesivo peligro a la portería del conjunto 'groguet'.

El equipo de Manolo Jiménez poco a poco se ha acomodado y ha ido llegando con más peligro al área rival. De esta forma y convencidos de que eran capaces de remontar el Zaragoza no ha tirado la toalla y ha sido en el minuto 84 cuando a través de Luís García los locales han conseguido poner el 1-1 en el marcador.

Esto no ha cambiado la mentalidad atacante del Zaragoza, que después del "ridículo" de la pasada semana quería luchar por la victoria, de tal forma que han seguido atacando de manera constante mientras el Villarreal se metía cada vez más dentro de su area.

Esta situación ha hecho que en el descuento Abraham pusiera el tanto de la victoria para los locales. En el minuto 93 llegaba el 2-1 que daba la victoria a los pupilos de Manolo Jiménez.

Con este resultado el Zaragoza sigue teniendo opciones de salvarse, de forma que las exigencias del técnico andaluz hacia sus jugadores parece que empiezan a surtir efecto. Lucharán hasta el final y los maños han dejado constancia de ello después de ganar un partido que se había complicado desde el inicio.