PASILLO… Y PESADILLA (3-6)

Esteban Gómez | 23 ABR. 2011 | 22:13

Se esperaba una tarde mágica, tensa, especial. Llegaba al estadio de Mestalla el recientemente Campeón de la Copa del Rey y con él todo el clima de apoyo de la afición ché para los suyos.

La tarde comenzaba con un pasillo que posteriormente se convertiría en el presagio del encuentro más goleador de la presente temporada.

Unai Emery volvía a cambiar el sistema ante un equipo considerado grande. José Mourinho, por su parte también modificaba el once influido por el desgaste del encuentro intersemanal de copa y las próximas semifinales de la máxima competición europea.

Comenzaba bien el encuentro para el Valencia, que buscaba con insistencia la portería defendida por Iker Casillas. Sin embargo, la mala puntería del comienzo sería el resumen del total del choque.

Así, el Real Madrid volvería a utilizar su enorme pegada. Karim Benzema adelantaría al conjunto blanco e iniciaba así una goleada para seguir engordando la enorme semana futbolística del conjunto de Concha Espina.

Minutos después, sin apenas tiempo de reacción, sería Gonzalo Higuaín quien lograría el 0-2 tras una buena jugada de los pupilos de José Mourinho.

La fiesta blanca, por segunda vez consecutiva en una semana, no acabaría ahí, ya que en la recta final del primer tiempo aumentaría la ventaja con dos goles más, tantos de Kaka` e Higuaín que cerrarían un primer tiempo de ensueño para los madridistas ante un Valencia inoperante e incapaz de reaccionar ante la efectividad de los blancos.

Un resultado que condicionaría de manera importante el devenir del segundo tiempo.

Mestalla no daba crédito. El buen trabajo realizado jornadas atrás se veía paralizado de golpe, y ante un rival históricamente no muy bien recibido en el coliseo valencianista.

El segundo tiempo no mejoraría mucho. Tras el pitido del colegiado sería Higuaín quien lograría el quinto y el hat-trick en su cuenta personal.

El Valencia, perplejo ante semejante resultado intentaba salir a la contra en busca de maquillar el resultado.

Así, cuatro minutos después del gol del argentino sería el máximo goleador valencianista, Roberto Soldado, quien maquillaría el resultado.

Tan solo fue un espejismo, ya que instantes después el Real Madrid volvería a batir a Vicente Guaita por medio de Kaka`, que lograría su doblete personal.

Aquí acabaría la efectividad blanca. Así, fue el Valencia quien intentó maquillar algo más el resultado, y lo conseguiría mediante los tantos de Jonás y Jordi Alba.

Una derrota inesperada en casa ante un rival que en teoría no se jugaba nada, y que deja al conjunto de Unai Emery a expensas de lo que ocurra mañana en el Ramón Sánchez Pizjuán entre Sevilla y Villarreal a la misma distancia respecto a los amarillos pero con un encuentro más.