Los que amamos el Valencia confiamos en Carlos Corberán

Confianza absoluta en Carlos Correrán, entrenador del Valencia. Y no es una forma de hablar, sino de actuar, y sí, lo digo de todos los que se sientan en ese banquillo, primero porque son los nuestros, segundo porque han sido elegidos para ello, y tercero porque sus aciertos serán los nuestros.

Y en el caso del de Cheste se añade otro factor más, la segunda vuelta del año pasado, cuando nos salvó y casi nos mete en Europa batiendo todo tipo de récords, callando bocas a diestro y siniestro y haciendo un milagro como no se recordaba aquí… desde que Baraja hizo algo similar dos años antes con un puñado de críos sacados del Mestalla.

A Corberán este verano se le ha ido achacando que se callaba, que no protestaba por la falta de fichajes, que no hablaba (y tampoco lo hará hoy) y que se había convertido en otro cómplice de Meriton. Las mismas gilipolleces de siempre pero ahora con el entrenador actual, es decir, se cambia el nombre y el argumentario, por muy absurdo que sea, siempre se puede reutilizar.

Si confiamos, confiamos, si tiene crédito, lo tiene, no podemos estar siempre amagando o pensando que un profesional del fútbol anda metido en ver qué piensa cierto sector del entorno o que la propiedad esto o lo otro, que si lo hiciera no le daría para preparar ni una miserable sesión de entrenamiento. Me gustaría ovaciones para todos, pero para el entrenador, y alguno más pero estamos hablando de él, si cabe, un poco más.