¿Una nueva estrategia en el Valencia CF?

Desde que Peter Lim aterrizó en Mestalla el carrusel ha sido continuo. Tras una primera etapa de cierta tranquilidad e ilusión, con la salida de Amadeo Salvo y su organigrama empezaron los vaivenes. El club ha ido a la deriva en estos más de diez años, con el único paréntesis de la etapa Mateu Alemany/Marcelino.

La dirección deportiva ha caído en manos diferentes, pero el poder de decisión siempre estuvo en Singapur y a medida que el máximo accionista fue alejándose del sentir de los aficionados el equipo fue devaluándose poco a poco en lo deportivo. La realidad es que la llegada de Ron Gourlay viene acompañada de una voluntad de cambiar cosas. El ejecutivo inglés conoce a Corberán, pero no sabemos hasta qué punto el técnico de Cheste va a ser escuchado.

Podríamos estar ante un capítulo más de los enésimos despropósitos de Meriton, o quizá el principio de una venta deseada por todos. El mensaje institucional ha querido reflejar una voluntad de mejora y cambios en lo deportivo, se habla de devolver la grandeza al club. Por desgracia, hay demasiado trabajo por delante y operaciones que cerrar para que Corberán pueda disponer de una plantilla aceptable. Las próximas semanas definirán la hoja de ruta tras este nuevo giro de la propiedad.