Si el Valencia no apuesta por invertir en la parte deportiva, sólo queda esperar

Como el Valencia no gaste dinero en la parte deportiva del club, nos estamos volviendo a pegar un tiro en el pie, en el supuesto caso de que nos quede algo de superficie libre en alguno de los dos donde no hayamos hecho ya un agujero.

La gran rémora que vivimos desde 2020 es que vendemos y no compramos, apostamos por cedidos que rara vez se quedan, y luego confiamos en que Paterna forme jugadores como quien cocina churros, y claro, eso siempre tiene aun riesgo enorme.

Estar siempre al límite, rezando para que nada salga mal, y cuando eso pasa, como esta año, todo el castillo de naipes se car como si fuera víctima de una terrible ráfaga de viento.

Demasiado previsible, demasiado escrito antes de que ocurra, demasiado absurdo para ser nada menos que el Valencia. Tenemos años de carencia en el pago del préstamo, y si ese tiempo no lo aprovechamos para invertir, para crecer a nivel deportivo, para renovar a las piezas básicas y traer las que nos falten de fuera, estaremos dejando pasar una ocasión de oro que luego igual paramos carísimo.

Y hay que rezar para no bajar esta año, que nos falta por sufrir lo que no podemos imaginar. Y es que aunque ahora ya estamos en mil cosas distintas, se hicieron dos mercados de fichajes insuficientes, por no querer gastar, y ahora estamos con el agua al cuello más que en la vida.