El Valencia de hoy en día es Rubén Baraja

Rubén Baraja es el Valencia. Creo que a estas alturas todo el mundo tiene claro este concepto, dentro y fuera de la entidad de Mestalla. Y además es algo que no ha buscado el Pipo, que simplemente ha pasado, que con su ascendencia se ha ido ganando, porque el respeto no se impone, se trabaja cada día.

Ha conseguido que, al menos en ocasiones, hablemos de fútbol, que vivamos un poco más el presente y no nos instalemos en el drama permanente, que sintamos orgullo de ser del equipo que somos aunque ahora, a diferencia de cuando él jugaba, ganar títulos no sea, por desgracia, el gran objetivo.

Ha sido el hombre perfecto para navegar por unas aguas muy complejas, que seguramente cualquier otro de fuera no hubiera entendido, porque muchas veces eso mismo nos pasa a nosotros y somos de aquí, y él, con su forma de ser y entender la vida y el fútbol, ha hecho que sea natural y hasta “fácil” el pasar por uno de los peores momentos de la historia, salir de él y mirar al futuro con cierto optimismo, siempre dentro de un orden moderado.

No sé el tiempo que hacía que no existía en el Valencia una figura que aunara tanto las voluntades de todos, de hecho, creo que como tal, ejerciendo en el momento, no la ha habido, porque en el pasado reciente, Jaume Ortí tuvo mucho más respeto y reconocimiento después que durante, y eso es algo que con Baraja, gratis a Dios, no está pasando. Porque quizá Rubén es, simplemente, uno de nosotros puesto al frente del equipo, pero con cabeza, conocimientos y experiencia.

Que pone al Valencia por encima de sí mismo, y que sólo piensa en volverlo a hacer grande. Sin ruidos, sin estridencias, sin números de cara a la galería que son muy efectistas pero nada efectivos. Si había que pasar por esto, y alguien debía ser quien nos liderase, no encuentro a nadie mejor que Rubén Baraja Vegas.