Poner en valor el Valencia para que alguien lo compre

Hay que conseguir que alguien compre el Valencia, más que el hecho de que Peter Lim venda. Porque, al contrario de lo que se piensa de forma mayoría, lo segundo no puede ser lo primero. Sin una mercantil atractiva, nadie va a venir por aquí a invertir nada, y tan sólo vendrán buitres para intentar llevarse la carroña, que es a lo que les debemos tener más miedo que al propio Lim.

El club no puede ser una jaula de grillos y no tener seguridad jurídica, que es ahora mismo la situación. Y eso de hacer una “españolada”, es decir, decirle al inversor que primero compre y que luego “ya se le arregla todo”, es una broma de mal gusto que no tiene recorrido alguno.

Protestar está muy bien, es sano y de ley, lo mismo que el hecho de encarar las cosas como son y ponerle los remedios apropiados más allá de tirar de populismo de todo a 100, que nunca cambia nada.

Después de un fin de semana como el que se ha vivido, de una semanas realmente, creo que es bastante oportuno que nos hagamos estas reflexiones, porque sin ellas, el año que viene es más que probable que estemos en el mismo punto, haciendo exactamente lo mismo que ahora.