Un equipo llamado Valencia CF

Lo que ha hecho Baraja en el Valencia es lo más difícil en el mundo del fútbol. Porque cuando él vino, lo que más hacía falta, y hacía falta de todo, era tener una identidad clara, y que, a ser posible, fuera acorde con lo que había en la plantilla. Todo lo que pasó este verano tenía una explicación, más allá de limpias y otros detalles, y se está viendo desde hace semanas sobre el terreno de juego, cuando se gana y cuando se pierde, y también fuera de él.

Tenemos una cara reconocible, sabemos a lo que jugamos, y cuando lo hacemos bien, y nos sale bien, que un punto de suerte siempre es bueno tener, estamos demostrando que podemos sacar resultados. ¿Los que queremos siempre en el Valencia? Nadie esté diciendo eso, y menos el Pipo, que ha reconocido varias veces que le gustaría pelear por los objetivos "de siempre", pero que eso ahora mismo no es posible por muchos que nos cabreemos todos.

Lo que más miedo da es que Lim, y sus deciciones que no entiende nadie, venga a romper esa dinámica de equipo que tanto ha costado. Porque el proceso es largo, mucho, y se han de hacer muchas cosas, y muy bien hechas, y tener que empezar de cero otra vez sería poco menos que un suicidio deportivo. Y sí, ya lo sé, no sería la primera vez que el máximo accionista apretara el botón rojo para hacerlo saltar todo por los aires, que ya lo hemos visto antes.