La gestión de la plantilla del Valencia por parte de Baraja

El Valencia tiene mejor plantilla que el año pasado, dentro del drama. ¿La razón? Suman todos los que salen, se lo dejan todo. Cometemos errores criminales, se nos va la cabeza cuando no toca, pero somos honrados. Baraja y este equipo no pueden hacer más. A Lim no le dio la gana. Las palabras son mías, del pasado 26 de septiembre, en un tuit del que luego pondré el enlace para poder ver la cantidad de insultos de todo tipo que m cayeron simplemente por decir, por un lado lo que pienso, y por otro, lo que se empieza a ver de forma clara. 

El Valencia tiene mejor plantilla que el año pasado, dentro del drama. ¿La razón? Suman todos los que salen, se lo dejan todo. Cometemos errores criminales, se nos va la cabeza cuando no toca, pero somos honrados. Baraja y este equipo no pueden hacer más. A Lim no le dio la gana.

— Toni Hernández (@tonihern) September 27, 2023

Nadie estaba diciendo, ahora tampoco, que tengamos un grupo que pueda aspirar a entrar en Europa, aunque luego el fútbol sea muy perro, pero que ahora mismo, saques a quien saques, se parte la cara con más o menos acierto, es algo que se nota, y que ya supone un enorme diferencia con la campaña pasada, que es al final lo que se pretendía expresar con la primera opinión. Quien no le busca tres pies al gato lo entiende, pero claro, estamos en Valencia, y aquí siempre hay otros intereses. En definitiva, si hay un responsable de eso, que quizá no se valore en su justa medida pero es mucho, es Rubén Baraja.

El entrenador tenía claro que algunos jugadores debían salir como fuera, que otros tenían que quedarse, y que varios más debían venir, aunque esta última parte del plan fue la que no salió, porque hicimos cortos en el mercado, como ya hemos comentado tantas veces. No sé lo que va a pasar en el mercado de enero, sólo lo que quiero que pase, pero tengo claro que el trabajo del entrenado seguirá haciendo que esta plantilla brille por encima de su nivel real, y eso, guste o no, significa que tenemos un pedazo de técnico en el banquillo.