Lo que piensa el aficionado valencianista de este Valencia

Ser aficionado del Valencia en los tiempos que corren, un deporte duro, de riesgo, y sobre todo, uno para el que se necesita una dosis de paciencia enorme. No es la peor época en la historia del club, que por más que se repita no es así. Los que tenemos cierta edad, y algo de memoria, recordamos al Valencia de Roberto Gil hace 40 años en huelga por no cobrar y el de Ribarroja viendo los entrenamientos montado en un coche.

O estuvimos en Barcelona en 1986 y luego escuchamos la vergüenza del Cádiz - Betis el domingo siguiente. Incluso hubo una ocasión, hace bien poco, en 2009, en la que los jugadores no cobraron ni con pagarés, con Vicente Soriano al mando… y el ínclito Miguel Zorío de vicepresidente. Se dice que el valencianista está anestesiado, y sin embargo yo creo que básicamente está harto, cansado de tanta historia en la que tiene tan poco que ver, y ha decidido, en gran medida, que se va a ocupar de animar a su equipo, de vivir cada partido con toda la intensidad que pueda, de llegar Mestalla y de presumir de ser del Valencia por encima de quien mande.

No creo que esté en posesión de la verdad, simplemente emito mi opinión, y lo hago como lo que soy, del Valencia desde que me parieron y hasta que me muera. Es sólo mi punto de vista, que no pretendo convencer a nadie de nada, pero mirando a mi alrededor, y aunque eso supongo que alguien se pueda enfadar, mucho me temo que no soy el único que tiene esta visión de las cosas. Será la edad, será el calor, o será que uno ya empieza a estar de vuelta de muchas cosas