¿El conformismo se ha instalado en el Valencia CF?

Lo que está ocurriendo en el Valencia CF es del todo inentendible, aunque lo es más todavía la actitud de un máximo accionista que en su día pagó millones por un club de fútbol y parece decidido a hacer caer su propia inversión. No entraremos a valorar aquí los posibles negocios ocultos que pueda tener el máximo accionista (al menos mientras no existan sentencias judiciales que así lo acrediten) aunque las apariencias indican que fue una de las razones de su incursión en el fútbol. Lo que está claro es que su dejadez desde el año 2019 ha sido absoluta y el máximo accionista se ha desentendido hasta el punto de no aparecer por España.

La situación deportiva es una consecuencia de la gestión, y el Valencia ha pasado de ser un equipo que luchaba por entrar en Champions a un conjunto que a duras penas puede mantenerse en primera división Es normal que la afición se desmotive y dude en sacarse o no el abono, más allá de ejercer con ello una protesta lo cierto es que el equipo no ofrece ningún aliciente. A día de hoy da la sensación de que se fabrica una plantilla para intentar no sufrir en lugar de pensar en un Valencia europeo (lo razonable).

La cantera va a ser uno de los pilares pero por mucho que la factoría de Paterna ofrezca muchos resultados no es suficiente para competir con unos mínimos. Aunque se ha evitado el desastre del descenso la mediocridad se ha instalado, eligiendo a un entrenador que es leyenda del club pero con poca trayectoria, se nuevo se juega a la ruleta rusa ya que un mal comienzo pondría a Baraja en el disparadero. Lo más triste es que no hay proyecto por mucho que se trate de edulcorar y ni siquiera se sabe el papel que representa Lay Hoon en este organigrama. Conformismo, mediocridad y dejadez en el Valencia CF actual.