Una semana vital para el futuro del Valencia

Estamos en otra semana clave para el futuro del Valencia. Una más, y ya no sé cuántas van, algo que no es nada bueno, porque todo esto desgasta más de lo que nos podamos imaginar, y termina pasando que no le damos la importancia real que tiene. Mentalmente, y sólo hablo por mí mismo, el desgaste está siendo terrible, porque cuesta hasta hacerse a la idea de tener que ver un partido, simplemente eso.

Si el trabajo de Baraja y Marchena, de puertas para dentro, no estuviera siendo bueno en cuanto a aislar al vestuario de todo esto, lo cierto es que el aire sería irrespirable e igual ya teníamos los dos pies en el abismo. Son variables con las que se deben jugar, que se deben tener en cuenta, porque igual que nos gusta tanto hablar de la mayor experiencia de nuestros rivales en estos casos, no veo a ninguno haciendo dramas apocalípticos en cada encuentro, sea cual sea el resultado del choque anterior.

Y eso, como tantas otras cosas, nos debería hacer pensar a todos, y en este caso hablo del entorno y de la opinión pública, porque este ritmo de final por semana, del vivir o morir cada 7 días, incluso menos con tanto choque entre semana, no le viene bien a nadie, pero a nadie, y eso es algo que, no entiendo la razón, no nos termina de entrar a todos en la cabeza, con lo simple que parece la ecuación. Una semana importante, mucho, nadie lo duda, pero dejemos los temas vitales para cuando lo sean de verdad, y así poder valorarlos en su justa medida.