Rubén Baraja, entrenador del Valencia

Rubén Baraja estaba destinado a ser entrenador del Valencia desde el día que salió a los hombros de sus compañeros en Mestalla en 2010. Es por lo que empezó a trabajar y a soñar, y lo que le ha costado muchos años. Y cuando ha sido el momento, resulta que era el peor contexto de la historia en 40 años, y como misión sólo podía tener el sacar del pozo a un equipo que iba cuesta abajo y sin frenos directo a la Segunda División del fútbol español. Un sueño hecho realidad, pero en forma de pesadilla.

Leo y escucho muchos comentarios sobre su labor en el banquillo. Para eso, sus amigos nos tuvimos que preparar también, porque cuando alguien que te toca tan de cerca está expuesto de esa manera, debes mirar las cosas de otro modo. No digo nunca nada, porque así tiene qur ser, y así me lo ha pedido mi amigo, aunque eso no significa que no tenga ojos en la cara y que pueda describir lo que tengo delante, que eso lo vemos todos... los que lo queremos ver.

La plantilla es la que es, y si jugadores del filial sin experiencia alguna están siendo claves y titulares, lo demás se cuenta solo. Se ha atrevido a ponerlos y a sacar a gente importante, que por lo que sea, no está. Ha probado sistemas, y si se ha equivocado, ha rectificado. ¿Que no "dice" mucho como entrenador? Cuando estás con el agua al cuelo, lo que debe decir un técnico es que lleva casi el 44% de los puntos, y que está a 3 de conseguir igualar la media vuelta de Gattuso y la 2ª de Bordalás en muchos menos partidos.