Celta - Valencia, ahora o nunca

En 1996 el valencianismo se movilizó con el viaje de la ilusión, esperaba Vigo y la posibilidad de volver a ser campeón de liga 25 años después. En esta ocasión también habrá una presencia de valencianistas pero el objetivo es muy distinto, la misión es la de salvar al Valencia del descenso; es la primera de las cinco finales que le restan al equipo.

Baraja ha sido fiel a su discurso, quiere liberar al equipo de presión aunque es consciente de que la situación es comprometida. No estará Cavani (sancionado), y Hugo Duro llega entre algodones. El gol es la asignatura pendiente de este Valencia pero el valencianismo se encomienda a la eficacia recién recuperada de Lino y al regreso de Justin Kluivert. Es un partido clave ya que el calendario que le espera al Valencia no invita al optimismo.

Un triunfo despejaría el camino e incluso puntuar no sería del todo malo teniendo en cuenta los resultados de los rivales. El Valencia debe dar un golpe sobre la mesa en Vigo para alejar los fantasmas del descenso, pero lo cierto es que el equipo solo ha podido ganar dos partidos lejos de Mestalla en esta temporada. El Valencia debe aferrarse al espíritu de Elche y a su historia, si vamos a argumentos futbolísticos tiene poco que decir. El Celta tiene casi asegurada la permanencia aunque una derrota le volvería a poner en problemas, los precedentes son positivos para el Valencia. El valencianismo se juega la vida en Vigo, y esta vez no hay una liga de por medio como en 1996.