Nadie en el Valencia debemos tener miedo

Tener miedo en el Valencia, todos, es lo último que nos debe pasar. Nadie está diciendo que la situación no sea la que es, porque ya lo sabemos más que de sobre, pero ahora es cuando más fríos hay que estar, y eso puede ser lo que marque la diferencia entre vivir o caer en el pozo. Ciertamente el aire es difícilmente respirable, porque hay un aura de fatalismo que, al menos a mí, me molesta de forma sobrina.

Repito, no soy tan inconsciente de quitarle hierro a un contexto como el que tenemos, que haría falta ser estúpido, pero si sé que algo puede hacer que todo vaya a peor, lo sensato es intentar no hacerlo. Al menos intentarlo… El miedo es la peor sensación que pueda existir, para todo, porque es lo que realmente es capaz de bloquearte, de paralizarte, de impedir que hagas nada de una forma medianamente normal.

Quizá por eso los más jóvenes están destacando tanto, porque no tienen noción de ese miedo, y salen a jugar al fútbol como si todavía estuvieran en el filial o en el juvenil, y eso se nota, además de agradecerse. El entorno también debemos tomar nota, y bien, porque estar fustigándonos de manera permanente, lo que somos y hemos sido, lo que nos ha hecho, cómo hemos cambiado, hoy hace tantos años de la liga, de la copa, de la Champions…

Wso, con todo el respeto del mundo, no aporta nada, no ayuda, y más allá de generarnos más mala sangre, como si no hubiera ya bastante, hace que estemos más cabreados aún, si de alguna forma eso es posible. No podemos tener miedo, porque no nos lo podemos permitir, y eso no significa que no seamos mucho más que conscientes de lo que nos estamos jugando, pero a todos los niveles.