Hay que prenderle fuego a todo, pero primero salvar al Valencia

Todo lo que rodea al Valencia es para pegarle fuego, pero el Valencia no puede bajar a Segunda. Es una maldita contradicción, muy dura y muy cabezota, y que nos está llevando a todos al extremo. Al menos por mi parte, cualquier postura que se tome en este asunto es lógica, y por supuesto, respetable. Y yo, como cualquiera, tengo la mía.

Primero apoyar al equipo, dejarnos todo para, en la medida en que nosotros podamos, hacer todo lo posible para evitar el descenso. Y después, pase lo que pase, la guerra contra Lim. Una guerra que tengo claro que no podemos ganar sin dinero, que no tenemos, y en la que estamos cayendo en la trampa de pensar que si hay un descenso será más fácil de librar.

No hay cosa en la que más me gustaría equivocarme, pero Lim tendría que seguir pagando más de 60 millones de las quitas si vende antes de 2026, y el metro cuadrado en la Avenida Aragón vale lo mismo en Primera que en Segunda. Es mi punto de vista, no la razón absoluta, pero tengo claro que si no piensan lo que marcan eres un mierda, al menos para algunos genios que se quieren postular como los líderes del valencianismo rebelde.

Todo lo que nos rodea es para salir corriendo, nadie lo pone en duda, pero primero el uno y luego el dos, y sabiendo dónde debemos emplear los esfuerzos que tengamos que llevar a cabo, que es otra cosa que nos cuesta medir bien, porque confundimos a veces los tiempos y los términos. Aunque dicho todo esto, repito y no me canso, que cada uno haga lo que le pida el cuerpo, que exprese su valencianismo como le dé la gana, y que por supuesto no ande dando explicaciones a nadie de nada.