El Valencia que queremos

Quiero un Valencia del que poder disfrutar hasta las veces que no ganemos. Muchas veces me he hecho la pregunta de qué es realmente lo que pretendemos los aficionados valencianistas de nuestro club. Ya no de nuestro equipo, que eso es otra cosa, de nuestro club, de ese que tiene 104 años a pesar de tantas cosas.

En tiempos en los que buscamos una catarsis, aunque sigo pensando que no tenemos claro de qué tipo o cómo hacerla, sería bueno hacernos este tipo de preguntas, debatir estas cuestiones con profundidad y con calma.

Cada uno tiene una idea en la cabeza, y aunque eso bueno porque nos dota de una universalidad que va en nuestro ADN, también tiene su parte delicada, porque nos conduce a no estar de acuerdo siempre… o mejor dicho, casi nunca, y eso termina en demasiadas ocasiones en jaleos que no aportan nada más allá de historias públicas para dar algo de espectáculo.

Yo quiero que hablemos del Valencia que queremos, al que aspiramos, con el que seríamos felices. Sí, ya sé el que no queremos, eso ha quedado muy claro por activa y por pasiva en infinitas ocasiones, lo mismo que el enemigo común, aunque tampoco en esto tomamos todos el mismo camino a la hora de combatirle.

Pienso en el día después, en el siguiente al que acabe esta pesadilla, a qué pasaría si mañana, de repente, Peter Lim nos diera las llaves y se volviera por donde vino. ¿Qué Valencia haríamos, cómo ,lo haríamos, con quién lo haríamos?

La situación actual me da miedo, como creo que a todos, pero ese escenario futuro y totalmente hipotético, no le va a la zaga, porque sólo tenemos un plan para destruir lo que no queremos, y no otro para construir lo que sí queremos. Y desde mi modesto punto de vista, entiendo que ambos tienen la misma trascendencia.