Miedo y resignación en una tarde negra para el Valencia

La afición del Valencia terminó soltando lágrimas, la impotencia y la tristeza se ha apoderado de un club en absoluta decadencia. Repasamos los detalles que dejó el Almería-Valencia de Liga.

Cerca del abismo

Quedan partidos de liga y muchos puntos en juego, hasta que haya vida hay que mantener la esperanza pero las sensaciones son muy negativas. Parte del entorno empieza a dar por hecho el descenso ya que no ve al equipo con capacidad de reaccionar, ni siquiera se suman puntos contra rivales directos y la situación no puede ser más dramática.

El Valencia pierde a su mejor hombre

Justin Kluivert estaba siendo el único jugador de ataque con capacidad para marcar diferencias, ante el Almería olió el gol y provocó un penalti que incomprensiblemente el VAR no señaló. La lesión posterior le mantendrá alejado de los terrenos de juego unos cuantos partidos justo en el peor momento. A perro flaco todo son pulgas.

Arbitraje

Y precisamente también hay que hablar de los árbitros, los errores en contra se acumulan y aunque no sirven de excusa, es evidente que el Valencia se está manejando en un escenario muy extraño. La acción del posible penalti a Kluivert pudo cambiar el partido por completo.

Sin plan B y con poca calidad

Con el 2-1 el Valencia se hizo con la manija del partido pero con más corazón que cabeza. Se repitieron los entros a la nada y las jugadas individuales aisladas, no se encontraron alternativas y la falta de calidad de algunos jugadores volvió a quedar en evidencia, los centros y pases de Foulquier cerca del área desesperaron a todos.