Papá, ¿tu qué harías en este Valencia?

Mi padre decidió irse el día que se fundó el Valencia, un día como hoy. Él era así, en todos los sentidos, y al mismo tiempo que celebro que mi equipo, del que me hizo él llevándome a Mestalla en canastilla con mi madre, me acuerdo que ya no lo tengo aquí. Y como nos pasa a todos los que hemos sufrido esta pérdida, lo echo de menos. Lo echo mucho de menos.

Cuando estaba en la radio, después de cada partido, la primera llamada era para él, para hablar del partido, de cómo había ido todo. Ahora la querría preguntar tantas cosas, pero tantas… Tengo recuerdos muy claros de 1983 y de 1986, las otras dos veces donde hemos estado como ahora a estas alturas de Liga. Y en mi memoria está fresco lo que hicimos nosotros, con mi padre a la cabeza.

No dejar al equipo solo, ir a todos los partidos de casa, y a muchos fuera (viví el día que nos cantaron por primera vez “a Segunda” en Sarria). Pero ahora necesitaría hablar con mi padre para preguntarle qué hacemos, por dónde pegamos, cuál es la actitud que debemos tomar en una situación como esta a nivel global. Mi padre tenía una visión muy particular del Valencia, porque lo sabía vivir con pasión y con distancia, esa que se necesita para analizar las cosas de forma fría, lo que siempre hace que se comentan menos errores.

Te echo de menos papá, todos los días, aunque hay algunos, como este, en el que todo se hace un poco más complicado. Pero lo sacaremos adelante, porque una de las cosas que aprendí es a no bajar los brazos nunca, por muy mal que estuviera todo. Y en eso ya voy teniendo un máster.