Mestalla, de nuevo contamos contigo

Querido Mestalla, ya estamos de nuevo aquí para pedirte por y para el Valencia. Somos los de siempre, los de toda la vida, lo que seguirán haciéndolo mientras sigas en pie y nos marques el camino. Mi mujer me ha mirado raro alguna vez cuando ha visto que te hablaba, pero con el tiempo ha entendido que era como hacerlo con alguien de mi familia, porque tú representas eso, alguien muy cercano, alguien que ha estado toda la vida a mi lado.

Más de una vez me he ido de madrugada a verte, porque necesitaba estar ahí, y con tu silencio, siempre me has escuchado y mes ha ayudado. Sé que puede ser una relación absurda, sin sentido, un trozo de cemento y un tipo de casi 50 años, pero es que la vida son las cosas que te importan y te marcan, y yo la mía no la entiendo sin Mestalla. Estamos muertos de miedo, ya lo sabes, y con el agua al cuello, también lo sabes. Necesitamos ganar todos los partidos que tenemos aquí, en tu césped. Las gradas haremos todo lo posible y un poco más, y el Pipo y los jugadores lo mismo, porque Rubén les ha explicado perfectamente dónde están y qué es lo que nos estamos jugando.

Pero te necesitamos a ti, el factor diferencial, lo que hace distintos, lo que nos permite volar, lo que amedrenta al contrario. Tu mística, tu verticalidad, tu esencia, todo lo que significa Mestalla. Sé que es lo de siempre, lo sé, pero es que ya ves cómo estamos esta vez, como nunca desde el 86. Y aunque lo diste todo aquella vez, ni tú nos pudiste salvar. Pero ahora va a ser distinto, lo sé, y vamos a dejar las cosas donde toca, donde como poco te mereces.