En el entorno del Valencia, ni los malos son tan malos, ni los buenos tan buenos

En el Valencia hemos determinado quiénes son los buenos y quiénes los malos, y eso, si somos justo, nunca es absoluto en ningún caso. En todo caso hay un “malo” evidente, que es Peter Lim, porque al final por él pasa todo, lo que suma y lo que resta, y es el responsable de lo que nos ocurre. De todo lo que nos ocurre. Dejando eso claro, que podamos ser críticos con empleados de Meriton que están en el Valencia me parece correcto, aunque también en esto somos excesivos.

La gente que haya venido de Singapur es obvio que entran en este rango, pero los que son de aquí… Llamarlos vasallos creo que es terriblemente injustos, porque no todo el mundo gana 300.000 euros, y se tienen familias y obligaciones, y a mí sí me llama el Valencia mañana, el Valencia, me planto en el club antes de terminar la llamada. Los que trabajan en el club no son malos, para nada, aunque son señalados y metidos en el mismo saco.

Y no digo ya el señalamiento a determinadas leyendas que están dentro, porque eso hace que se me lleven los demonios. Los que critican, los que están fuera, parecen los buenos. Y es posible que lo sean en cierta medida, pero no siempre. Se han generado señalamientos, divisiones, enfrentamientos, todo a cuenta de luchar contra Meriton, aunque bajo esa bandera se han metido muchas cosas que no cabían, y se ha hecho un daño terrible, sólo comparable al que se generó en el proceso de compra de 2014, del que parece que no hayamos aprendido demasiado en este tiempo.

Mientras no tengamos claro que las cosas son como son y no como queremos que sean, y que hacerlo todo mal y hacerlo todo bien son dos cosas imposibles en la vida, nos encontraremos con esta situación que no ayuda en nada, y que sólo tiene un beneficiado: Meriton. Porque sin hacer nada, nos tiene enfrentados.