El Valencia debe ser un equipo feo, desagradable, de portería a cero y de contras con peligro

Quiero que el Valencia sea un equipo feo y desagradable, que nadie quiera jugar contra nosotros, que seamos incómodos y que, cuando el personal vea que salimos en la próxima jornada del calendario, ya esté resoplando pensando en lo que le viene. No hablo de grandes gestas, y menos este año, que si al final quedamos a mitad de tabla no será para aplaudir, sino para que Mestalla pegue una de esas pitadas que se recuerdan durante años.

Sino que busco salir de donde estamos lo más rápido posible, que en poco semanas veamos la zona del descenso a una distancia que no nos haga tener pesadillas y nos deje dormir por la noche, porque algunos, entiendo que muchos, lo de descansar lo estamos empezando a llevar muy mal. Voro ha cambiado alguna cosa, se vio contra el Madrid, y hoy estaremos pendiente de esa evolución, que va tendente a elaborar menos y ser mucho más directo buscando la portería contraria.

Y hay que partir de portería a cero, de cerrar nuestro marco, porque aunque nadie nos golea de forma descarnada, lo cierto es que no hay manera de no encajar, y eso lo dificulta todo mucho, porque no sabemos encajar golpes con nuestra mandíbula de cristal, que es algo ya endémico.

Quiero dar asco, que el personal apague la tele, que nadie nos quiera ver, me da igual. Porque ahora mismo estamos en economía de guerra, y esto va de sumar puntos, al menos 20, y para eso va a valer lo que sea que nos los vaya dando. Ruego a los exquisitos que no vean los partidos, porque intuyo que lo van a pasar mal, y que se dediquen a actualizar resultados en su APP de confianza. Porque así es como se salva uno de bajar, por suerte o por desgracia.