Dividir y señalar en el entorno del Valencia, peligroso y estúpido

La campaña de división y señalamiento en el Valencia ya ha empezado. O mejor dicho, nunca ha terminado desde que se decidió ponerla en marcha. Y me da pena, asco y vergüenza, porque teniendo todos claro lo que nos pasa, y que Peter Lim es el mal de esta entidad, algunos se dedican a ajustar vaya usted a saber qué cuentas y a intentar imponer el pensamiento único en pleno siglo XXI. Acusamos a máximo accionista de déspota y tirano, que muchas veces lo es, y luego nosotros nos comportamos de la misma forma, algo increíble.

No tengo ganas de discutir con nadie, hace tiempo, pero en esta situación, con el rancho en llamas, mucho menos. Y parece mentira que haya quien sí quiera hacerlo, que esté buscando el enfrentamiento, el tener razón y tirar en la cara a nadie lo que pueda pensar antes o ahora. Y en ese momento es cuando empiezo a pensar si de verdad importa el Valencia o los intereses personales de cada uno.

Porque no me entra en la cabeza que un valencianista pueda acusar a otro de lo que sea, que aquí hablamos de traidores, colaboracionistas y varias majaderías más sin ningún pudor, y eso me asusta, me aterra, porque ese siempre es el primer paso para dar un salto al abismo al abrigo de “lo mejor para el club”. Dejémonos de historias, de guerras miserables que le importan a cuatro, que proteste quien quiera, y todos los días si es necesario, pero apoyemos a muerte a estos jugadores, que no tenemos nosotros, y son los que tienen que sacar de esta.