Las ganas de que el Valencia no fiche

El Valencia tiene dificultades para fichar, y parte del entorno, ganas de que no lo haga. Y esa sensación, que es molesta como un grano en el trasero, es algo que lio me quita nadie de la cabeza. Porque lo notas en muchos detalles, en muchos mensajes, en esos latiguillos que han sido tan usados en otros momentos pero para cargar contra lo que se conoce como “meritoners”, es decir, todos aquello que no insultamos por sistema o que entendemos que las soluciones a este club son otras.

Empiezo a tener una percepción que me es familiar, es decir, que todo el mundo tiene claro que debe venir gente, que suenan nombres y el personal se ríe (en algún caso es para hacerlo, no negaré la mayor), y que si al final no viniera nadie, algo que no descarto por desgracia, eso generaría un discurso que ya está preparado y listo para sacar del horno.

Y como siempre, me volverá a parecer que el Valencia importa un carajo gigante, que sólo es un medio para conseguir un fin, y que “tener razón”, como si por por eso dieran copa, es más importante que el bien del club. Si no fichamos será para decirles de todo a los dirigentes, eso nadie lo pone en duda, lo mismo que el hecho de que, venga lo que venga, se van a llevar palos porque no serán buenos, serán caros o habrán llegado demasiado tarde.

El win win que llevamos viviendo ya demasiado tiempo en nuestro entorno. En ciertos sectores se celebraría como una victoria que el Valencia no fichara a nadie, cuando yo, y creo que muchos más, lo veríamos como una especie de tragedia que nos apretaría el cuello de la camisa. Sólo espero que el club haga sus deberes en los 12 días que nos quedan, y sobre todo, por encima de todo, que acertemos con lo que venga, porque eso ahora mismo es esencial para el futuro de la entidad en el corto plazo.