Los números y un debate controvertido en el Valencia

El Valencia pasa por su momento más crítico en esta temporada, la crisis de resultados es un hecho y por delante espera una Supercopa en la que hay poco que ganar y mucho que perder. Llevarse la Supercopa sería una alegría que calmaría en cierto modo las aguas, pero en caso de caer ante el Real Madrid y hacerlo de una manera abultada los nervios crecerían todavía más en el entorno. Es el momento de mantener la cabeza fría reconociendo que también es justo ser crítico.

La mayoría de las miradas apuntan a la propiedad y a la dirección deportiva, algo que ya viene sucediendo en los últimos años. El optimismo se va evaporando al comprobar que la plantilla es muy justa y no se están acometiendo operaciones para reforzar el equipo. El problema es estructural y sigue sin solucionarse. Pero obviamente el técnico también tiene su parte de responsabilidad y el propio Gattuso no lo niega en sus comparecencias públicas.

Ahora bien, ¿la solución pasaría por un relevo en el banquillo? En primer lugar deberíamos pensar en qué es lo que se busca, si el objetivo era crear un equipo que pueda competir de verdad a largo plazo no sería la solución más inteligente. Volveríamos a la casilla de salida recurriendo a un parche para terminar la temporada. Pero si pensamos en los números actuales y en lo frenético que es el mundo del fútbol, Gattuso tiene números de destitución.

Es una realidad, algo doloroso pero plausible. 19 puntos en 16 jornadas son muy poco y ahora los equipos de la parte baja se acercan. Si la dinámica sigue siendo la misma y el Valencia se mete en problemas será inevitable un cambio de entrenador.Pocos técnicos resistieron una situación así y debemos remontarnos a la temporada de Javi Gracia (15 puntos en 16 encuentros) y a la de Marcelino en el Centenario (también 19 puntos) para encontrar datos iguales o peores que los actuales. El mal rendimiento es incuestionable y el debate está en el aire, Gattuso está obligado a encontrar soluciones y lograr resultados.