Los pilares básicos del Valencia en el nuevo año

El Valencia 2022, a nivel de club, tiene una serie de pilares esenciales que se deben dar sí o sí. Ya no hablamos de ganar muchos partidos y de intentar estar al final del curso en plazas europeas, que ese es otro tema que tendremos que tratar cuando sea el momento oportuno. Nos estamos refiriendo a la entidad, a lo que tiene que ser el futuro, y en muchos casos, el presente. Llevamos diciendo muchos meses que son tiempos claves para el devenir del Valencia, que se deben tomar decisiones que han de marcar lo que seremos en el corto y medio plazo, y por lo tanto y a la fuerza, hacia lo que nos dirigiremos en el largo.

El Nuevo Mestalla debe empezar a ser una realidad, por todo, y de eso depende de quitarnos el yugo legal que nosotros mismos nos hemos puesto ante la pasividad de todos desde 2008, y de Meriton especialmente desde que se hizo con la mayoría accionarial en 2014. Proyectos, licencias y máquinas entrando en la Avenida de Las Cortes, porque eso cortaría muchas vías de problemas en distintas esferas. El equipo debe ir bien, eso es algo esencial porque somos un equipo de fútbol y vivimos de resultados, aunque hayan sectores empeñados en decir que esto es secundario porque estamos en guerra con Peter Lim.

Si el equipo “pita”, todo será un poco más fácil, no lo podemos negar. Y para que eso ocurra, se debe invertir, tampoco esto tiene debate. Se han de cerrar muchas renovaciones muy importantes, como Soler, Gayà o Guillamón, y decidir el futuro de otros jugadores que acaban en 2023 como Cillessen o Guedes. Estamos hablando de la columna vertebral del equipo, y no nos podemos equivocar. Y luego nos queda el máximo accionista, al que nadie quiere aquí pero que no tiene la menor intención de vender su porcentaje ahora mismo. Si eso es así, nadie duda de que viviremos encabronados, con minutos 19 cada encuentro, pero necesitamos que gestione como Dios manda… y para eso hace falta que ponga gente cualificada al mando.