No te entiendo Peter Lim, cada día menos, y eso me cabrea mucho

Cada día que pasa en el Valencia entiendo menos a Peter Lim. Y me cabrea mucho. Es posible que haya sido uno de los engañados de la vida en todo esto, pero no fui parte en el proceso de venta y no me parecía ni bien ni mal, porque no lo conocía y tampoco sabía, más allá de discursos grandilocuentes hechos por otros, lo que pretendía hacer. Pude tratar con él y con su entorno más cercano en Valencia, y si, me gustó lo que vi. A finales de 2016 me dijeron, escrito está en esta web, que había un cambio de rumbo, que existía un plan, y que se iban a dar muchos cambios.

Al poco llegó Mateu Alemany gracias a Damià Vidagany, su gran valedor. Si, fue Dami, y nadie más, aunque algunos miren a todas partes menos donde toca. En ese proceso vi que lo que me dijo en su momento se hacía real. Y creí en él, así de sencillo. A partir de 2019 todo cambia, y la comunicación se corta de forma definitiva durante el confinamiento. Y es cuando empiezan a no entender nada. Toma de decisiones marcianas, ausencia de otras inexplicable, descapitalización deportiva hecha sin criterio y de forma salvaje, elecciones de entrenadores que no tocaban, ausencia total de fichajes, desidia a la hora de tratar temas vertebrales como el Nuevo Mestalla, alejamiento y enfrentamiento frontal con el aficionado del equipo…

No entiendo nada, y no entiendo a Peter Lim. Porque entonces, es posible, yo hablé con otra persona. Se pueden tomar decisiones que salgan mal, esto es fútbol, pero proceder como si fueras un mono con una pistola cargada, no. No sé dónde anda el Lim de no hace tantos años, pero me cabrea, por el Valencia, que no quede ni el recuerdo.