Un gran día para hacer valencianismo

Hoy es un día para disfrutar del Valencia. Los habrá que estén amargados, que no lo entiendo, pero más allá de los traumas de cada uno, lo que está claro es que hoy es momento de disfrutar, de ir a Mestalla con toda la ilusión del mundo, de poner el campo patas abajo y de dejarnos el alma, todos, para intentar conseguir una victoria.

Porque no sería una más, ni mucho menos, sino el premio a algo muy bestia que ha ido haciendo este equipo de trabajo durante muchos meses, incluso antes de empezar esta campaña, cuando en el curso pasado se sufría como perros intentando salvar la categoría cuando lo teníamos peor que mal.

Nadie contaba con jugar este encuentro, nadie contaba con luchar por Europa, nadie contaba con se hiciera una campaña espectacular con el potencial de esta plantilla, que es mucho mayor al final del ejercicio que al comienzo.

Por todo eso, hoy es un día especial, porque nos enfrentamos a un equipo que, en este momento, está por delante de nosotros en potencial, pero no en la tabla, y al que si logramos ganar distanciados de forma considerable, aunque nunca definitiva en este momento.

Están siendo años muy duros, muy complicado, muy agotadores en todos los sentidos, pero tardes como este, y en nuestro santuario, es como si todo tuviera un motivo, una razón de ser. Cabeza arriba, orgullo intacto y toda la fuerza y las ganas del mundo, porque estos partidos son los nuestros, los que nos gusta jugar, en los que ha estado siempre el Valencia.