Baraja 'hace buena' una nueva tendencia en el fútbol

El fútbol siempre camina por ciclos y los clubes triunfadores marcan tendencia, ha ocurrido en todas las épocas y tanto los estilos como los modelos de gestión exitosos fueron imitados por los demás. En España se vivió un antes y un después a principios de este siglo, la selección española marcó época con el famoso Tiki Taka (con muchos valencianistas por cierto) y un entrenador que empezó a ser valorado como un famoso icono: Josep Guardiola. Al margen de su indiscutible valía como técnico el catalán tenía la particularidad de no haber destacado como técnico antes de coger las riendas de su FC Barcelona victorioso.

Es evidente que la calidad de los futbolistas que tenía a sus órdenes fue decisiva, pero también marcó una tendencia que muchos clubes siguieron y que en la mayoría de los clubes fracasó. La búsqueda del "Nuevo Guardiola" no siempre fue exitosa aunque hay excepciones, la trayectoria de Simeone no es paralela (aunque no había entrenado en la élite europea) pero sí la de Zidane. El Valencia también se sumó a esta tendencia otorgando el banquillo a inexpertos como Djukic o Pellegrino, entrenadores con poco bagaje pero que habían encandilado a la afición en el pasado como futbolista; los proyectos fracasaron.

Con El Pipo Baraja ha sido distinto y hay que reconocer que su figura sí ha trascendido en todas las esferas. Su peso como leyenda se ha trasladado al banquillo y el carisma que tiene el vallisoletano ha trascendido, se encuentra en pleno proceso de crecimiento aunque es obvio que su carrera como entrenador se ha relanzado teniendo en cuenta el discreto bagaje anterior. La fórmula de apostar por una leyenda con poca experiencia en los banquillos esta vez sí está funcionando en Valencia.