Peter Federico paga los platos rotos del mercado de fichajes del Valencia

Peter Federico puede ser la nueva versión de Thierry Rendall en el Valencia. Y no lo digo porque ambos luzcan un pelo similar, que eso sería hasta gracioso, sino que, viendo todo lo que se dijo del chaval tras el partido contra Las Palmas, mucho me temo que va a tener que remar mucho, y contra todo, para superar una situación de la que él no tiene la culpa.

Es un jugador que Baraja conoce, al que ha dado el visto bueno, y en que Gran Canaria es el primer cambio, es decir, se le tiene fe y se entiende que puede ayudar al equipo. El chico no es culpable de que no haya venido nadie más, de que se haya ido Paulista o de que Mir no terminara fichando, aunque mucho me temo que ese juicio público ya lo ha perdido, y es que no entiendo la razón.

Que no estuvo bien, que no ganó el partido, que no hizo cosas brillantes en su debut en Primera, que todo eso lo vimos con nuestros ojos y no hace falta magnificarlo. Pero por la misma regla de tres, creo que tampoco es necesario matarlo de esa forma, porque, insisto, viene a dar lo mejor de sí mismo y ayudar, sin más.

Las guerras que tenemos en otros campos de batalla son una cosa, pero cargar contra nuestros propios jugadores, vengan de donde vengan y hayan llegado como hayan llegado. Tengo claro igualmente que es una batalla perdida, pero es que me parece tan fuera de lugar que cuesta no enfadarse, porque no tiene sentido alguno.