Que el Valencia de Meriton le dé motivos a Baraja para creer

Peter Lim debe darle a Baraja lo que el Valencia necesita. Lo digo muy en serio, como no podía ser de otro modo, convencido de ello, aunque lastimosamente con la idea clara de que no será así. Al menos en toda la extensión de las necesidades que se tienen, que son muchas, por más que se hayan paliado con los chicos jóvenes, su entusiasmo, su calidad y con la confianza que el entrenador les ha terminado dando a todos.

“Para seguir aquí, quiero un Valencia mirando arriba y a los grandes”, dijo el Pipo después del partido del Athletic, y creo que toda la afición, sin excepción alguna, hace suyo ese mensaje. Hay que sentarse, hablar, con la realidad financiera encima de la mesa, pero con las manos libres para poder mover piezas y confeccionar una plantilla cada vez más potente que recorte distancias con los de arriba en el menor tiempo posible.

Pensar que podemos seguir vendiendo y subir gente del filial, o del juvenil, y salvarnos o hacer buenas temporadas es algo absolutamente absurdo. E incluso, de cara al año que viene, con lo mismo que tenemos ahora, sería mucho más difícil competir que esta campaña, porque los demás se van a reforzar, van a intentar evolucionar, y tú tienes que hacer lo mismo.

Has encontrado un entrenador que sabe dónde está más que ninguno en muchas décadas, que antepone el club a sí mismo, y que tiene como sueño el devolver al Valencia a su sitio. No podemos ser tan torpes de dejar escapar este tren, porque no tendría perdón posible. Y encima sería una falta de respeto hacia el tipo que nos ha salvado los muebles cuando nadie lo esperaba, jugándose el prestigió que le costó 10 años ganarse.