Cuando se le da la razón al Valencia y no pasa nada

"Éder Militao declaró como víctima de posibles insultos racistas en el campo del Valencia y aseguró que fue objeto de los mismos y que se sintió ofendido pero los vinculó a pocas personas y no a todo Mestalla", decía una nota de la agencia EFE esta misma semana. Esto corrobora a su entrenador, que recitificó días más tarde después de mentir, y a todos los que estuvimos en el campo ese día, dejando con el trasero al aire a muchos... el primero a Vinicius.

Esta declaración pasará por alto, nadie dirá nada de ella, no abrirá espacios de televisión ni ocupará portadas de diarios, todo ello para vergüenza de mucha gente, que simplemente mirará para otro lado. Da mucho asco, muchísimo, y lo peor es que no hay nadie que quiera de verdad cambiar las cosas. Nadie que esté en disposición de hacerlo, porque a los de aquí se nos ha llamado de todo, y como vemos, de forma totalmente injusta.

El daño que se le ha hecho al Valencia y a la sociedad valenciana es muy grave, pero mucho. Aunque aquí sabemos cómo funciona todo, que Florentino controla los medios, aunque parece que no la completa honestidad de sus jugadores, algo que es de agradecer. No, Mestalla no gritó mono a Vinicius, le llamó tonto, alto, claro y muchas veces, aunque mucho me temo que no fueron las suficientes para que quedara perfectamente claro al mundo.