Dejar de administrar miserias en el Valencia

Las hay de muchos tipos, vaya que si las hay, y en nuestra mano está el cambiar muchas de ellas ahora mismo

Toni Hernández | 10 ENE. 2024 | 00:02
Valencia CF

Estoy cansado de ver cómo administramos miserias en el Valencia. Nosotros a nivel de aficionados, y por supuesto, también los que mandan aquí, esos a los que pegamos unos palos como castillos de manera impune, y que, pase lo que pase, son los que pagan los platos rotos de los desaguisados del señor Peter Lim. Cuando hablo de miserias no sólo me refiero a la cuestión económica, porque eso es simplificar en exceso las cosas.

Las miserias son de muchos tipos, y la sensación, cada vez más, es que aquí hay demasiada gente que está muy cómoda en este ambiente de podredumbre de distintos tipos. Decir esto no significa que estemos en Babia y pensemos que vamos a ganar la Liga, que es el extremo absurdo que se usa para rebatir esa comodidad que supone el que “cuanto peor, mejor”.

Y no pretendo que nadie esté de acuerdo conmigo en nada, porque hace mucho tiempo que no busco convencer, sino simplemente decir lo que pienso de forma directa y sin ataduras, y si encima puedo ayudar aunque sea en una ínfima medida, a que el Valencia esté un poco mejor. La vida, que al final hay que hacer otro tipo de reducciones a lo absurdo, o no tanto, es sonreír un poco más y tratar de buscarle el lado positivo a las cosas.

O no siempre el negativo. Y cuando hablamos de fútbol, si cabe un poco más. Si a mi hija le transmito que ser del Valencia es el fango, estar cabreados, enfrentados y siempre de mala leche, lo normal es que pase de todo esto y vaya a algo que le aporte un poco más en su vida. Son tiempos complicados, mucho, pero en nuestra mano está el que sean más o menos, en ver la botella medio llena o medio vacía. O incluso querer verla, que esa es otra.