El objetivo del Valencia no cambia, no debe cambiar

“La afición del Valencia puede ilusionarse y lo bonito del fútbol es eso”. Baraja conoce el patio, conoce el fútbol, sabe dónde está y cómo lo vivimos todo aquí, y desde luego él no será quien le corte las alas a nadie en un momento en el que se puede sonreír después de mucho tiempo. Aunque desde dentro no va a salir, en ningún caso, un mensaje que cambie el inicial, al menos hasta alcanzar la famosa cifra de puntos de la que todos hablamos sin parar como si fuera poco menos que una obsesión.

“Nosotros tenemos que tener la cabeza fría y saber que el objetivo no va más allá del siguiente partido. Vamos a ver si conseguimos en la segunda vuelta mantener la estabilidad y ver qué puntuación conseguimos”. Y decir esto, y decirlo como lo hace el Pipo, es el mayor regalo que podamos tener, ya que perder la cabeza es un pecado que no podemos cometer.

Y en el que él mismo no va a caer, porque generar una expectativa por encima de la realidad sería mentir, con todo lo que eso puede conllevar después. ¿Qué puede pasar con el balón? Eso no lo sabe nadie, pero tener prisa no nos lleva a ninguna parte. Hasta la fecha nos hemos movido con el objetivo del encuentro a disputar, y así debe seguir.

En Cádiz nos jugamos muchas cosas, pero muchas, porque empezar la segunda vuelta con buen pie sería muy importante para esos famosos 42-43 puntos con muchos partidos todavía por jugar. Es tentador hablar de cosas más grandes, seguro, pero recordemos todos los que sufrimos el curso pasado, revivamos esa semanas de ansiedad al borde del precipicio… y luego pensemos que el único partido importante es el que toca jugar.