No entiendo las dudas sobre que Bordalás sea el entrenador del Valencia 22/23

El estilo es el que es, se necesitan jugadores específicos para él, y lo que no se puede discutir es que competimos como animales

Toni Hernández | 01 MAY. 2022 | 00:04
José Bordalás

No me explico que haya dudas en el entorno del Valencia porque Bordalás sea el entrenador el año que viene. Pero es que me parece aún más marciano el hecho de que eso incluso pudiera surgir del propio club, algo que algunos medios han dejado caer en la última semana. Aquí hay muchos intereses de todo tipo, y las lecturas que se deben hacer siempre han de ir con pies de plomo. Que a Bordalás lo puedan querer distintos equipos es algo normal porque estamos hablando de un buen entrenador, de un tipo que hace bien las cosas, que ha sacado partido a un grupo que no podía aspirar a ciertas cotas este año, y que se ha quedado muy cerca de ganar un título con toda la complejidad que eso conlleva.

Eso es así y mal sería si no lo quisiera nadie. Por él, pero sobre todo por nosotros. Ha hecho un año que podemos calificar con aceptable poniendo todo en contexto, porque en el Valencia no podemos quedarnos fuera de competición europea, pero es que por delante teníamos muchos equipos que eran mejores que nosotros, y a 38 jornadas no les hemos podido superar. Eso es así. Pero también debemos tener en cuenta a qué equipo quiere entrenar el técnico alicantino. Porque su deseo, desde hace mucho tiempo, era estar en el Valencia, aunque está claro que le hubiera gustado estar en otra situación, como evidentemente a todos nosotros.

Sabe que se han puesto las bases de un proyecto que puede ser muy bonito, pero que necesita que la propiedad le dé un empujón, notable, este verano. Habrá que hacer ventas, pero también se deben cerrar fichajes, y si el plan está diseñado, y se sigue, es posible que se tenga un equipo mucho más de su estilo y de lo que él va buscando, que al final es lo importante ahora mismo. Pero lo que me llama poderosamente la atención es que haya dudas en el entorno más cercano, en el club o fuera, pero aquí, en casa. No sé exactamente qué queremos o cómo lo queremos, pero es algo que deberíamos definir antes de seguir mareando la perdiz.