El golpe perfecto que ha dado José Bordalás en el Valencia

José Bordalás dio un golpe de mano en el Valencia que ha pasado desapercibido, o que se ha interpretado de otra forma. Hablaba hace unos días con el director de Superdeporte, Rafa Marín, sobre este asunto. Le decía que yo no veía al entrenador nervioso, porque creo que es un tipo mucho más “largo” de lo que nadie pueda pensar, dicho todo esto de la manera más positiva posible, porque así lo veo. Cuando tuvo un rifirrafe en la sala de prensa, y con alguna declaración más, estaba liberando al equipo de mucha tensión, y a él mismo también.

Han sido muchos meses muy complicados, en los que a nivel público ha sido apretado de forma injusta, le han intentado mezclar en guerras, han puesto palabras en su boca que jamás ha dicho, se ha cuestionado que incluso pudiera seguir, y se necesitaba una válvula de escape para poder seguir trabajando al máximo y estar de alguna forma liberado. Bordalás ha demostrado ser mucho más inteligente que muchos, ha entendido perfectamente dónde estaba desde el primer momento, porque antes de firmar en verano ya preparó el terreno conforme tocaba. Él y su entorno más cercano, que eso es algo fundamental y que creo que valoramos muy poco. Porque los Forés, sus agentes, han hecho un trabajo fantástico a muchos niveles, y con poco foco.

Y no, no hablo de jugadores, que al final, y por aquello de las suspicacias que siempre se dan con este tipo de cosas, Hugo Guillamón, con el que Bordalás comparte agente, se quedó fuera del once en el partido más importante del año hasta ahora. El relato, para algunos, no siempre es perfecto, ni mucho menos. El técnico alicantino le dio la vuelta al calcetín, se montó un “trampantojo deportivo” como no habíamos visto antes, y lo demás es fútbol e historia. Ojalá y pueda completar la hazaña el 23 de abril, y más allá de todo eso, armar un equipo potente para el futuro a corto y medio plazo, que como un título, es algo absolutamente esencial para un club como el Valencia.