"Me quiero quedar en el Valencia": Bordalás, estás en tu casa

"Mi idea es quedarme en el Valencia". Lo decía José Bordalás hace algunos días, y el hecho de jugar una final de Copa del Rey, cuando nadie daba un duro por ello el pasado verano, está claro que refuerza aún más esa postura. No me gustaba, lo he dicho por activa y por pasiva, y pensaba que no era el más adecuado para este equipo. Pero igualmente no tengo reparos en reconocer mi error, como ya ha hecho varias veces, y afirmar de forma rotunda que es el mejor perfil que podíamos tener ahora mismo al mando.

Ha conseguido, y también dando pasos en falso, tener un equipo. Gente que cree en él, en su forma de entender el fútbol, en la manera de ponerlo en práctica en un terreno de juego. Eso es muy complicado, porque él tampoco tiene todos los mimbres que quisiera, o que realmente pudieran interpretar mejor su partitura. Pero lejos de quejarse, siempre ha buscado soluciones. Unas veces con más acierto que otras, pero nunca ha bajado los brazos.

Ha conseguido que todos creamos en él, se ha metido al entorno en el bolsillo, e incluso le ha dado un giro a todo, con una maniobra de la que ya hablaremos, pero que ha sido vital para el equipo y para el Valencia. No sólo tiene que quedarse el curso que viene, para el que por cierto tiene contrato en vigor, sino que se debe construir el futuro en torno a su forma de pensar. Porque eso del ADN es algo muy amplio, pero Bordalás tiene muchas cosas de las que nos gustan mucho por aquí.