Sin "partidos redondos" en el Valencia de Bordalás

La falta de solidez y la irregularidad han marcado la temporada del Valencia hasta el momento. Solo en muy pocos momentos se vio a un equipo que se pareciera a lo que se podía esperar cuando Bodalás aterrizó en Mestalla, y lo peor de todo es que en la mayoría de ocasiones los brotes verdes han venido acompañados de golpes muy decepcionantes e inesperados. Esta semana ha vuelto a suceder. No podemos definir el partido de Bilbao como un "encuentro redondo", pero la imagen fue la que se espera del Valencia y se vio a un equipo contundente y que supo en todo momento lo que quería, era el camino pero lamentablemente en Vitoria volvió a salir la peor cara.

El Valencia ha tenido momentos totalmente injustificables. La segunda parte del Bernabéu y los dos encuentros como visitante ante Betis y Sevilla rozaron lo bochornoso. El Valencia tampoco ha podido mantener una línea de juego y resultados en Mestalla, en la mayoría de duelos siempre hubo minutos que emborronaron la situación, lo vimos ante el Espanyol y en otros partidos en los que solo la reacción final arregló en parte los errores cometidos anteriormente. Cuesta encontrar actuaciones en las que resultado y juego fueran realmente convincentes, incluso en el buen arranque al Valencia le costó encarrilar sus duelos aunque tuvo mucha pegada. En el Camp Nou se dio la cara pero entre el colegiado y las concesiones se terminó naufragando. 

En el Ciutat de València de nuevo la pegada salvó a los de Bordalás, pero pese a la comodidad del resultado incluso se terminó sufriendo. Este Valencia es incapaz de mantener una línea firme y una idea de juego equilibrada, y eso es lo que al fin y al cabo define a los buenos equipos. ¿Qué cara veremos ante el Barça?