No creer en este Valencia no tiene sentido

No creer en el Valencia de José Bordalás no tiene sentido. Y por supuesto, cada uno puede hacer lo que le dé la real gana, igual que servidor puede decir lo que sea en el mismo sentido. La libertad siempre es bidireccional, no lo olvidemos nunca. Hasta ahora se ha estado trabajando de una forma concreta, con unos valores concretos y unos conceptos igualmente concretos. Nada ha cambiado desde que ganamos 1-4 a Osasuna en Pamplona, incluso no lo ha hecho desde antes de que un inocente remate de Vinicius fuera desviado por Foulquier cuando nos quedaban 5 minutos para aguantar al Madrid en Mestalla para ganar el partido.

Lo que ha cambiado son las bajas de un equipo que tiene la plantilla que tiene, que todos se supone que teníamos claro cómo era, y que han pesado como losas enormes en el rendimiento de dos encuentros muy concretos. El Valencia sólo ha estado desdibujado por completo en los 21 primeros minutos del choque contra el Sevilla en el Pizjuán. Los errores puntuales defensivos costaron 3 goles y muchas más cosas, visto lo visto, pero no vi a nadie paseando por el campo ni se dejó de hacer todo lo que el entrenador alicantino quiere que se haga.

Contra el Athletic nos costó, claro que sí, es uno de los equipos defensivos mejor trabajados del campeonato, y aún con todo en contra, de nuevo se vio el corazón del Valencia. ¿Que los cambios son los que son? Es que la plantilla, repito, es la que es, y con 4 bajas de titulares y Maxi pensando en no se sabe qué, se puede exigir, pero se llega donde se llega. Paciencia y confianza, que ni íbamos ganar antes de la Liga, ni ahora vamos a bajar a Segunda.