Anil Murthy es un presidente indigno del Valencia, y no hay que darle eco

Anil Murthy es un presidente indigno para el Valencia. Lo es, al menos para mí y más allá de cuestiones de otro tipo, desde el día que mandó callar a Mestalla en el partido contra el Alavés. Lo dije aquel día y lo mantengo hoy, Peter Lim lo tuvo que cesar. Pero no lo hizo. Y eso, más allá del hecho en sí, significaba muchas más cosas que después hemos ido viendo. Creo que Murthy es una figura que se ha quemado ya al 100%, y que el relevo será pronto. Pero mientras, tenemos un problema.

Cada vez que habla, provoca. Sabe que sus declaraciones van a tener un eco y una trayectoria, pero que enseguida van a quedar tapadas por los palos, las críticas y los insultos. Y ahí es cuando se justifica todo lo que ocurre alrededor del Valencia. Cuando se llega a hablar incluso de racismo, que es algo que me parece absolutamente aberrante. Aquí no se juzga el color de la piel, sino el nivel de la gestión. Y ese es un desastre absoluto desde aquel infausto verano de 2019.

Ser el presidente de un club cuando hay un dueño que manda es algo usual, y se puede hacer bien o mal. Puedes pretender que mandas tú y romperte la crisma porque no sabes, o puedes dejar claro que tú ejecutas lo que decide el que paga... que para eso paga. Ni para eso se ha demostrado como alguien útil Anil Murthy. Ni siquiera para ser el embajador del máximo accionista. Y eso que se supone que es un diplomático de carrera. Un presidente indigno, al que mantiene el señor que de verdad manda.