El gran enigma en el mercado de fichajes del Valencia: la portería

De todos los fichajes que tiene que hacer el Valencia este verano, y son bastantes, el más enigmático (vamos a llamarlo así), puede ser el de la portería. Y lo es porque se dan una serie de circunstancias que invitan a pensar que no pueda ser de otra manera. Además, tendemos a confundir las cosas, y sobre todo, a olvidar las reglas del Fair Play Financiero. Y en este caso lo hacemos de forma especialmente insistente, y no tiene ninguna razón de ser. Es muy sencillo de explicar, y estoy seguro, de entender.

¿Quién no quiere al Cillessen que hemos visto en los partidos que ha jugado este año? Un portero que te da puntos, seguridad, empaque y jerarquía. El que no vimos el año pasado, por lo que fuera, y el que sigue costando 14 millones de euros al año entre la amortización de su traspaso y su ficha. Fue una decisión de Mateu Alemany que todos (me incluyo), aplaudimos. Y que como pasa muchas veces en el fútbol, sin ser mala, salió mal. Pero lo cierto es que se habla muy poco, casi nada, de lo que cuesta Cillessen. Y se dice menos que el Valencia de hoy en día no lo puede pagar.

Si tenemos menos de 100 millones de presupuesto el curso que viene, contar con un portero que cuesta 14 no se sostiene. "Hay que vender a Jaume", dicen algunos. El "problema" es que su venta no aliviaría las arcas del club ni lo descargaría de demasiado peso de salarios, porque es uno de los que menos cobra. No estamos comparando calidad, sino que hablamos de dinero. Y si sale Cillessen hay que fichar un portero de nivel... que cueste menos que el holandés, claro está.