Repetir todos los días lo mismo sobre la desgracia del Valencia

Lamentarse de forma constante es la excusa del mediocre, y de esta situación en la que estamos, no se sale comportándose así

Toni Hernández | 02 ENE. 2021 | 07:30
El Valencia encajando un gol

Parece que nos gusta repetir todos los días determinadas cosas en torno al Valencia. Es como si nos sintiéramos cómodos en el contexto negativo que vivimos por diversos factores. Y es extraño, porque dentro de eso aparente regodeo, siempre se palpa un intento de rebelarse contra él, pero que parte de sentirnos poco menos que unos desgraciados. Es una constante que se agravada por cada mal resultado, o que simplemente ve cómo se toma cierto respiro cuando es positivo. Y con todo el respeto hacia los que han decidido pensar y actuar de ese modo, no lo entiendo.

Y es más, les pregunto: ¿qué gana el Valencia, o nosotros mismos, con esta actitud? Cada uno es libre, pero no llego a comprender la negatividad por la negatividad. Y eso no significa que viva en los mundos de Yupi, o que esté de acuerdo en la gestión de Meriton en los últimos 18 meses, que esa es otra. Porque o dices que son unos hijos del mal o es que les estás blanqueando. Y no lo entiendo tampoco. Estar mal no significa querer estarlo siempre.

Si de verdad queremos cambiar las cosas, si en serio tenemos el propósito de alterar el orden establecido, pero de manera concreta y correcta y no con las reglas del pasado que ahora no sirven, pasarse el día lamentando que Lim es el máximo accionista y que Murthy es como un mono con una pistola como presidente, ayudar no ayuda en nada. Parto del respeto hacia todas las formas de pensar y sentir el Valencia, algo que he ganado con el tiempo y que hace 15 años no tenía, pero cuando sembramos tristeza, en todos los aspectos, estamos condenados a recoger tristeza.