Las claves del Valencia 2020

El gran problema es que sabemos los hechos, pero no las razones, y podemos disparar y con razón, pero seguimos yendo a ciegas

Toni Hernández | 23 NOV. 2020 | 07:00
Murthy y Alemany

Las claves del Valencia 2020 da para un libro… y largo. Porque entre otras cosas, y aunque teoricemos hasta caer rendidos, o viene Peter Lim y nos explica qué demonios ha ocurrido en el último año, o simplemente podemos especular, que tampoco es demasiado agradable. Porque el contexto que se ha dejado no invita a pensar en nada bueno, con lo que si encima sumamos el ambiente caldeado que ya había, el cóctel que sale no tiene pinta de ser bueno para el estómago. Las claves de 2020 empiezan en 2019, cuando salen Marcelino y Mateu, y más que eso, las verdaderas razones por las que son despedidos/invitados a salir. ¿Qué ocurrió para que se llegara a ese punto de máxima tensión y no retorno?

Esas decisiones armaron un escenario, que durante todo este último año natural ha degenerado en una serie de cuestiones que nos han dejado a todos enfadados, desorientados y con una ganas irrefrenables de cambiarlo todo, aunque sin tener muy claro por qué otra cosa. La salida de Celades, el no refuerzo de César, el despido de casi la totalidad de personal del departamento de comunicación, la salida de jugadores importantes (algunos críticos con la propiedad), la no llegada de nadie… todo eso es lo que hemos visto que ha ocurrido, pero seguimos sin saber el motivo, más allá de la evidencia que deja el COVID-19.

A quien diga que le importa un bledo le respeto, pero no le compro el argumento. Es básico saber la razón. “Lim se está preparando para vender”, pero al mismo tiempo rechaza todas las ofertas de compra que recibe. ¿Qué sabe que nosotros no tenemos ni la mejnor idea? ¿Qué plan pulula en su cabeza y que sólo conocen (deben conocer) unos pocos miembros de su gente más cercana? La pandemia nos ha alejado de Mestalla, pero como todo lo malo, no durará para siempre. El resumen es que podemos enumerar hechos, pero no tenemos una sola razón de peso fundamentada.