Si Peter Lim no cierra fichajes para esta Valencia, ¿qué demonios quiere hacer entonces?

“Por más vueltas que le doy, no sé qué piensa hacer Peter Lim, porque yo creo que vendrá alguien, y si fueran inteligentes los traería, pero es que ya no sé qué pensar”. La conversación, da igual con quién fuera (aunque es alguien con mucho peso en el entorno, y un buen amigo), es del sábado, de madrugada, cuando los que tenemos sentimientos no podemos dormir. Me prometí hace años que no me volvería a afectar que el Valencia ganara o perdiera partidos como cuando era un niño.

Pero o bien sigo siendo un crío o no tengo palabra, porque desde que acabó el partido del Huesca estaba intranquilo, sin entender nada, y con una sensación que no terminaba de entender, porque era nueva, y desde luego no era nada buena. Un vacío muy extraño que no me gustó, me angustió. Porque mi cabeza acepta los contextos más negativos que se puedan generar. Los he pasado de todos los colores, y he cometido el pecado mortal de callar siempre, de no hablar nunca, porque la lealtad está siempre por encima de todas las cosas.

Pero lo que me supera no es lo negativo, sino lo que no entiendo, lo que no me explican. Si Lim no piensa cerrar ningún fichaje después de haber vendido a medio equipo titular y con las necesidades deportivas evidentes que tiene el equipo, ¿qué es lo que quiere hacer exactamente? Yo necesito saberlo, es ya algo personal. Y el aficionado valencianista exige saberlo, porque es una cuestión de mero respeto a quien sostiene esta entidad más allá de todas las circunstancias.