Meriton y el Valencia: lo que está mal es pecado, lo que está bien no existe

Hay quien está totalmente convencido, y lo que no terminamos de entender todos es que el proceso que se sigue siempre es el mismo

Toni Hernández | 16 DIC. 2019 | 23:00
Peter Lim

Cuando el Valencia de Meriton hace algo bien es por casualidad, y cuando lo hace mal es porque son un absoluto desastre y no tienen ni idea de lo que tienen entre manos. Este planteamiento no sólo está extendido, sino que es una especie de verdad inalterable que vivimos aquí desde hace 5 años. Las decisiones que han terminado de forma exitosa por parte de Peter Lim han sido fruto del azar, y las que han terminado mal o en catástrofe, que han sido muchas y decir lo contrario es mentir, es que esto es el reino de la improvisación y una especie de película cómica. Y al final olvidamos que el proceso de las cosas es el mismo, que las decisiones las toma siempre la misma persona y que se llega a ellas usando la misma metodología. Y lo dijo Mateu Alemany, no yo.

Decir que Meriton está aprendiendo suena duro, a mucha gente le puede molestar, pero queda muy claro que es así. En estos 5 años ha cometido errores de bulto, de lo que es consciente porque luego ha obrado de una forma totalmente distinta, y le ha faltado cierto tacto en algunas cosas, porque sigue haciendo falta que haya un nexo entre la propiedad y el entorno que sea cercano, y que además sea una voz autorizada. Cuando en su día se planteó que fuera Jaume Ortí me pareció una idea excelente. Pero Lim compró el Valencia por hacer un negocio, y ha tenido que conocer el negocio para poder llevarlo a cabo. Y en ese proceso de prueba y error suceden cosas buenas y malas, y todas por la misma vía. Seguimos sin adaptarnos a tener un propietario, pero al final es lo que nos hemos buscado nosotros solos.