El Valencia no es de nadie, porque es de todos: basta de comparaciones absurdas

El Valencia no es de nadie, de absolutamente nadie, porque es de todos. De todos los que han pasado por aquí y han puesto su grano de arena en mayor o menor medida, con mayor o menor acierto, con más o menos éxito. Las comparaciones entre el Valencia de Marcelino y el de Celades, como antes los sufrimos entre el de Rafa Benítez y todos los que vinieron después, además de resultar un ejercicio agotador al que se debe esperar un tiempo importante, desgasta, porque la batalla es casi diaria, de partido a partido, con el valencianismo fracturado entre partidarios y detractores, sacando números, estadísticas, puntos, goles… Y no, eso no es el Valencia, eso son ajustes de cuentas personales.

Marcelino García Toral es el mejor entrenador que ha tenido el Valencia en 15 años, y con mucha diferencia, y además, uno de los tipos más torpes más allá de un banquillo que ha pasado por aquí. No se le tiran pulsos al jefe en público, pero es que ese asunto está caduco. Celades puede ser un gran entrenador, y ojalá sea aquí, y no hubiera sido mi elección, pero tampoco dependía de mí, ni de ninguno de nosotros, y es nuestro técnico. Mientras nos enredamos en esta batalla, y hasta nos insultamos y nos damos palos con la mano abierta, nos perdemos un equipo que sigue creciendo y madurando, cometiendo errores y levantándose cuando se cae, con un amor propio maravilloso, calidad y futuro. Y ese equipo es de todos, el que han hecho todos. Es el Valencia, nuestro Valencia.