Este Valencia no es admisible, errores arbitrales muy al margen

Un partido que se puso de cara pero que el colegiado condicionó de una forma extraña, pero en el que no se estuvo en absoluto bien

Toni Hernández | 27 OCT. 2019 | 22:51
Kevin Gameiro

Rotaciones y 4-4-2 del Valencia para jugar ante Osasuna, y cambio en la portería con la indisposición de Cillessen suplida por Jaume. Celades debía echar mano del fondo de armario y ahí encontraba a gente como Soler y Rodrigo, nada menos. El partido empezaba con ritmo, de un lado a otro del campo, y con Parejo intentando hacerse con las riendas, porque tener el balón era fundamental. Una enorme jugada de Kevin Gameiro, llena de velocidad y de fe, y de calidad, servía en bandeja el 0-1 a Rodrigo, que por fin marcaba en la Liga. Era el minuto 13 y el equipo estaba muy bien plantado. Se podía haber hecho el segundo, pero los locales se empezaron a estirar y tuvieron varias buenas llegadas, porque lo de Celades no terminaban de defender bien el juego directo de los rojillos. Pero todo cambió en el minuto 29 de partido, con la expulsión de Rodrigo por una agresión que el colegiado quiso ver con un exceso de rigurosidad. Se complicaba todo y mucho. Apenas 5 minutos después empataban los locales después de una pasividad defensiva del Valencia horrorosa. Los locales fueron directos a por el partido, y metían a lo visitantes en su campo, pero afortunadamente el encuentro se iba al descanso en tablas, y se podía replantear todo.

La segunda parte empezaba sin cambios, y con un Valencia dolido por muchas cosas. Dos lineas de 4 y Gameiro arriba, ese era el plan de Celades para llevarse el partido. Y peor no pudo empezar la segunda parte, con el 2-1 de Rubén García tras poder haber hecho falta a Correia en el remate. El Valencia estaba desbordado, el rival llegaba por fuera una y mil veces, y no se podía contrarrestar ese juego de ninguna manera. Se marchaba Cheryshev y entraba Maxi Gómez faltando media hora para el final. Se arriesgaba porque no había otra. Kondogbia se iba en el 68 y se daba paso a Ferran, yendo a jugar directo para matar o morir, con Soler junto a Parejo. Con los cambios sí que se fue mucho mejor, y se empezó a llegar con mucho peligro buscando el empate. Pero fue un espejismo que duró 5 minutos. El equipo estaba partido, Osasuna seguía llegando, y Estupiñán hacía el 3-1 casi sin oposición tras varios rechaces. Gameiro se iba lesionado en el 83 y entraba Coquelin. Pero el encuentro estaba terminado desde el 3-1. Muy malas sensaciones, demasiado malas.