El adiós de Santi Mina al Valencia

El adiós de Santi Mina al Valencia, porque se va a cerrar su fichaje al Celta de Vigo más pronto que tarde, aunque falta saber si entra dentro de la operación por Maxi Gómez o es independiente, es algo tan simple como el propio fútbol en esencia. Ningún jugador en el mundo, ninguno, acepta de forma permanente el papel de repulsivo, de suplente en definitiva. No es entrar en si vale o no, o en si es mejor o peor que otro, sino en que un profesional quiere jugar, y quiere jugar siempre, ser importante, sentirse importante, titular a fin de cuentas. Y Santi Mina tiene muy claro que ese rol no lo va a tener nunca en el Valencia, sólo cuando las cosas se tuerzan o haya lesiones, que es lo que le ha venido pasando hasta ahora, y hablamos especialmente de sus dos últimos años, cuando ha dado un nivel que nadie esperaba de él. Con estas dos campañas podría aspirar a otro estatus, pero no será así.

Y eso no es malo ni bueno, es fútbol, sin más. 83 partidos en esas campañas y 28 goles, siendo suplente, es un logro al alcance de pocos, pero no le sirve para dar ese salto, y es un jugador que ha evolucionado y mucho. Marcelino estaría encantado de tenerlo en su plantilla, por supuesto, pero un tercer curso, a su edad, siendo “suplente de lujo”, no entra en sus planes… ni en los de cualquier jugador profesional que tenga sangre en las venas. Si encima te llama el equipo de casa que tiene ganas de hacer algo importante, sólo queda hablar del precio, de nada más.