¿Qué queréis de Carlos Soler? ¿Porqué se le trata tan mal?

No entiendo la razón por la que se trata tan mal a Carlos Soler. No la entiendo y me molesta, porque intuyo que queremos ver un jugador que no es, jugando en una posición que no es la suya, pero dejándose el alma y las castañas cada vez que Marcelino lo pone a jugar. Ah, y callando cada vez que lo ha dejado fuera de una cita importante, que han sido muchas en estos casi dos años del asturiano en el banquillo de Mestalla. A los jugadores hay que exigirles en función de sus posibilidades, máxima que se olvida con demasiada facilidad, pero es que Soler ni dando todo en suficiente, porque siempre hay un pero, siempre hay una pega, siempre hay un “no está bien”. Queremos que marque y dé dos pases de gol por partido, no hay otra explicación.

Su trayectoria se empieza a parece a la de José Luis Gayà como un calco. Irrumpe, todo el mundo se vuelve loco con él, tiene una fase de adaptación a todo porque son críos, parece que ya no es el nuevo Messi, y como le pasó al de Pedreguer y ojalá le suceda a él también, acaba siendo fijo en la selección española absoluta. Estamos ante un tipo con la cabeza amueblada hasta límites insospechados, con una personalidad muy fuerte y un sentido del compromiso y de la pertenencia que quisieran para sí algunos de los que lo ponen a parir. Sigan rajando de Carlos Soler, que hay barra libre, porque él sólo piensa contestar en el campo.